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viernes, 22 de febrero de 2013

Influencia Familiar en el proceso Salud y Enfermedad

La población venezolana se caracteriza por ser muy plural en sus diferentes facetas, como consecuencia que somos una raza de personas con orígenes étnicos provenientes de todos los continentes del planeta. Esta característica, muy particular, se puede comprobar en una muy amplia porción de las familias que habitamos éste hermoso país, trayendo como resultado las más diversas tradiciones, rasgos genéticos y desarrollos culturales por demás muy interesantes. Siendo la familia la primera célula de la sociedad, constituye en sí misma, factor de primera línea en el bienestar de la población como conjunto, por lo que la salud no escapa a esa multiplicidad de rasgos propios en nuestro país. La historia nos ha mostrado cómo desde los primeros pobladores, los procedimientos para contrarrestar las enfermedades, han evolucionado y han ido de la mano con las diferentes etapas transcurridas desde entonces. Las influencias  foráneas, producto de esa genética plural, han estado presentes desde entonces.  A finales del siglo pasado, como consecuencia de la globalización, los procesos para encarar las enfermedades, en nuestro país, se han plegado a los avances a nivel mundial en la medida de lo posible. Es notorio como influyen  en los diferentes grupos sociales, determinando una muy variada forma de sobrellevar la relación salud-enfermedad: las diversas condiciones de habitad, cultura, formas de vida, etc., la influencia política  y económica, además de prestarse el territorio nacional para que las familias se establezcan en asentamientos rurales y urbanos, que a su vez gozan, también, de muy diversas opciones.

Considero que nuestras familias, con tan diversas características, dependen en buena parte de sí mismas para  prevenir,  si no todas las enfermedades,  si una buena parte, ya que ese núcleo en que se desarrolla el ser humano, debe contar con el apoyo fundamental que lo constituye inicialmente la familia. Seguidamente a éste principio de unidad familiar, dependerá de las posibilidades socio-económicas de cada familia contar o depender con el sistema de prevención, control y tratamiento público o privado según las posibilidades a que se tenga acceso. Se hace necesario ampliar los programas de prevención, control y tratamiento desde niveles primarios de escolaridad y durante todo el proceso educativo, además de cursos o capacitaciones a nivel de las comunidades para fortalecer y educar a la población en general sobre los principios fundamentales para valorar los estados de bienestar mental, físicos y emocionales de los seres humanos; retomando lo expuesto en líneas anteriores, siendo la familia el principal núcleo de la población, los resultados sin duda alguna serán altamente más positivos que los que pudiesen estar obteniéndose actualmente.

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